El mercado de los suplementos alimenticios ha evolucionado mucho en los últimos años. En ese contexto la industria enfrenta nuevos desafíos, por ejemplo, muchos nutrientes no tienen un buen sabor, lo que hace que la cantidad de vitaminas o minerales en la formulación sea menor, haciendo que el principio activo (nutriente) esté por debajo de lo necesario para conseguir el efecto esperado. Por eso, ¡lee las etiquetas!

Hay que tomar en cuenta que se añaden excipientes como lubricantes, tintes, agentes de flujo (aglutinantes), celulosa, hipromelosa, triacetina, tartrazina (colorante que debe ir en mayúsculas y negrillas), etilcelulosa (derivado de la celulosa), croscarmelosa y azúcares (almidón, maltodextrina, dextrosa, polidextrosa, etc), entre otros para aumentar su volumen.

Muchas de estas sustancias poseen estudios que preocupan; los aglutinantes son unas de ellas, ya que pueden provocar inflamación en el tracto intestinal o modificar la flora intestinal. También han generado alertas la maltodextrina, carragenano, dióxido de titanio, caboximetilcelulosa y dióxido de silicio.

Es ahí cuando las certificaciones juegan un rol fundamental. Y nuevamente leer las etiquetas resulta esencial. ¿En qué fijarse?

1. En Chile, los suplementos alimenticios deben contar resolución sanitaria de uso y disposición emitida por SEREMI.
2. Las sustancias prohibidas las define el Instituto de Salud Pública (ISP). Las más comunes de suplementos importados son: tribullus terrestris, efedrina, yohimbina, triyodotironina sintética, entre otras.
3. El ISP prohíbe la comercialización de productos que contengan sustancias, formatos y/o descripciones en sus envases que se atribuyan a fármacos.
4. Los países pueden tener distintas normativas para los suplementos. Por esta razón, se pueden encontrar muchas presentaciones de los mismos productos en todo el mundo; ya que las formulas se ajustan para respetar las concentraciones y componentes permitidos en cada país.

BIVTAL LIFE solo trabaja con proveedores nacionales o internacionales que cumplen los requisitos que dispone la legislación chilena. Todos nuestros productos tienen fórmulas registradas, genuinas y poseen registro de marca.

Además, nuestros productos están certificados por la SEREMI y son elaborados por un laboratorio registrado por la FDA. Actualmente nos encontramos en proceso de registro de cada uno de nuestros productos por la agencia estadounidense.

Este último punto es muy relevante, pues para obtener esa certificación se debe presentar evidencia científica sólida de que el producto es seguro y efectivo para su uso previsto.