El potasio es el principal mineral electrolito INTRACELULAR que el cuerpo necesita para funcionar normalmente. Es un tipo de electrolito que ayuda a la función de los nervios y a la contracción de los músculos y a que el ritmo cardíaco se mantenga constante. También permite que los nutrientes fluyan a las células y a expulsar los desechos de estas.
 
El potasio participa en los siguientes procesos:

• Ayuda a los nervios y músculos a comunicarse.
• Permite el intercambio de nutrientes en las células (transferencia de información celular).  
• Ayuda a expulsar los desechos de las células.
• Contrarresta algunos de los efectos nocivos del exceso de sodio sobre la presión arterial ya que tiene un mecanismo hipotensor donde los niveles más altos tienden a provocar una presión arterial más baja.
• Favorece la eliminación de líquidos, actuando como un buen diurético ya que aumenta la excreción urinaria de sodio, lo que también disminuye la presión arterial.
• Apoya al mantenimiento de huesos saludables al reducir la cantidad de calcio perdido por la orina; una densidad de masa ósea saludable y podría ayudar potencialmente a combatir la osteoporosis.

El déficit de potasio en la alimentación produciría:

1.  Presión arterial alta.
2.  Resistencia a la insulina.
3.  Aterosclerosis.
4.  Se asocia con un mayor riesgo de diabetes al desempeñar un papel importante en la regulación de los niveles de glucosa en sangre.
5.  Aumenta el riesgo de desarrollar cálculos renales.

Las principales fuentes de potasio en la dieta incluyen:

• Verduras de hoja verde como espinacas y repollo.
• Frutas como las uvas y las moras.
• Vegetales de raíz o tubérculos como las zanahorias y las papas.
• Frutas cítricas como naranjas y toronjas.
• Todas las carnes y el pescado, como el salmón, el bacalao, la platija y las sardinas.

 NOTA: Según las Guías Alimentarias 2015-2020, el potasio se declaró como un “nutriente de preocupación para la salud pública” porque muchas personas no consumen cantidades suficientes.